En uno de mis últimos viajes a Ecuador, tuve la oportunidad de escuchar una hermosa pero a la vez inquietante historia que según se cuenta, se inspira en hechos reales.
En una pequeña ciudad llamado Ambato, un pequeño comerciante vivía de su modesto negocio de sándwiches a la orilla de la carretera que cruzaba la ciudad. El comerciante había logrado con mucho esfuerzo hacer crecer su pequeño negocio gracias al amor y la dedicación que ponía en la elaboración de sus riquísimos panes. Su fama comenzó lentamente a traspasar las fronteras de la pequeña ciudad y el lugar ya se hacía una parada obligada para los conductores que, atraídos por la creciente reputación de nuestro amigo, hacían una pausa para disfrutar de las delicias de los sándwiches del pintoresco local.
El negocio iba bien y crecía. Lo hacía a tal punto que el pequeño comerciante pudo, aunque siempre con mucho sacrificio, pagar los estudios de su único hijo en una de las mejores universidades de Quito. El flamante muchacho se titulaba al cabo de un tiempo de Economista y regresaba infinitamente agradecido de su padre, al hogar que le vio nacer y al negocio que le permitió a la humilde familia, cumplir con el sueño del hijo profesional.
La noche en que el hijo volvió al hogar de sus padres, cenaron con la inmensa alegría del logro y, entre la euforia de los vinos, las cervezas y la incontenible alegría de los que celebraban, el hijo pregunta a su padre por como va el negocio. El padre le responde con entusiasmo que cada vez va mejor y que crece lenta pero de manera segura día tras día. El muchacho, en un tono de superioridad intelectual le pregunta a su humilde padre respecto de su conocimiento de la economía del Ecuador:
– Papá, ¿tu sabes que el Ecuador está en plena crisis actualmente?
– No hijo, no tenía idea pues como sabes, ¡yo jamás veo ni leo noticias!
– Pero papá, es importante de que te enteres y te informes porque lo mas probable es que en algún momento te empiece a afectar en el negocio…
– Hijo, ¿y que me podría pasar? ¡dímelo tu que eres economista!
– Bueno, yo en tu lugar tomaría algunas medidas…
– ¿Como cuales hijo?
– Bueno, ajustaría algunos gastos. Compraría un pan de menor precio quizás, despediría a lo menos la mitad de las personas que atienden publico, cambiaría de proveedores por algunos mas baratos, bajaría el consumo de energía de esos letreros luminosos que, si bien son bonitos, generan alto consumo… es decir, reduciría los costos al menos a la mitad. Yo creo que de esa forma estarás mas preparado para cuando la crisis te golpee.
El anciano hizo caso de los consejos de su hijo y, lo prolijo y esmerada forma en que se atendía al publico se deterioró, la calidad de sándwiches bajó puesto que los insumos ya no eran los mismos, el lugar se veía mas obscuro y triste y lentamente al tráfico de clientes comenzó a disminuir. Al cabo de seis meses, el humilde comerciante había quebrado su pequeño negocio. Su hijo, al conocer de la noticia le visita acongojado y al verle, le abraza en un acto de solidaridad por tan lamentable desenlace. El comerciante le mira a los ojos y le expresa:
– Hijo, no sabes cuanto te agradezco… Si no hubiese sido por tu alerta, seguro que hubiese quebrado antes…
La historia me conmueve pues, al observar nuestra realidad como país, en nuestras organizaciones, en nuestros equipos de trabajo e incluso en nuestras familias, no puedo sino recordar esta conmovedora historia que nos muestra el efecto de un seteo mental conducente a una profecía autocumplida y generadora de una realidad desastrosa.
Que tengan una semana inspiradora, liberados de los seteos negativos con la firme idea de que, mas allá de lo que vemos y escuchamos, tenemos la gloriosa oportunidad de crear nuestras propias realidades positivas y crecedoras cuando nuestros seteos mentales son los adecuados.
Les espero en mi EPM Mastery el 26, 27 y 28 de Mayo, una poderosa oportunidad para limpiar de nuestra mente todos los seteos negativos que nos impiden tener la vida que cada uno sueña. Este Miércoles estamos en nuestra Radio On line VIDA TOP a las 12:00 horas y en Conversando en Positivo en Radio Universidad de Chile 102.5 FM a las 18:00 horas.