Por estos días nuestra atención se mueve hacia el mundo deportivo, específicamente hacia el futbol. Y claro, nuestro país es sede de uno de los acontecimientos relevantes de este deporte y por algunos días, entramos en un respiro de tanto ambiente enrarecido que ha golpeado de manera violenta nuestra moral como pueblo en los últimos meses.
En mi trabajo como Coach y entrenador en estos años, he tenido la oportunidad de trabajar con equipos de futbol en tres oportunidades y claramente, la experiencia más notable a mi juicio, fue aquella en la cual nos planteamos con un equipo de la 2ª división de la época, salir de un incómodo lugar en la mitad de la tabla, campeonar y ascender a la división de honor. Se trataba de Cobresal y que, gracias a una iniciativa de los dirigentes de la época, la mayor parte de ellos supervisores de la división el Salvador de Codelco, iniciábamos un trabajo en conjunto con el cuerpo técnico para asumir un desafío que muchos pensaban como imposible.
Salimos campeones una fecha antes de que terminara el campeonato; logramos el propósito con un desempeño sorprendente para muchos de los que seguían al equipo en la época. Era Cobresal en el año 1993, dirigido técnicamente por Manuel Rodríguez y su equipo de apoyo.
Hoy al recordar las claves que marcaron este “cambio de chip” en ese grupo de personas que marcaron un momento histórico para toda una hinchada, se me aparecen con claridad al menos dos elementos cruciales:
- El haber instalado en la mente de TODOS los actores, jugadores, cuerpo técnico y dirigentes, una imagen compartida que mostraba el escenario triunfante en el cual el equipo lograba instalarse en la primera división de la competencia. Todos conversaban y actuaban como si el objetivo ya estuviese cumplido en la mente.
- En segundo lugar, destaco un trabajo crucial en relación a instalar de manera determinante la creencia de que “si era posible lograr el objetivo”; desahuciar creencias limitantes tan propias del futbol tales como: “jugar de visita es más complicado”, “los resultados no siempre dependen de nosotros”, “hay que tener un poco de suerte”, “la historia nos juega en contra”, “los equipos chicos se agrandan”, etc.
Cuando hoy voy a intervenir a los equipos de trabajo en las organizaciones para llevarlos a estándares de funcionamiento diferentes, créanme que los énfasis no varían mucho y sin duda, el trabajo más relevante sigue siendo después de todos estos años, el despeje de las creencias limitantes que sin duda interfieren para el logro de los objetivos que estos equipos se plantean. En el ámbito personal es exactamente lo mismo; foco mental respecto de lo que queremos y un conjunto de creencias poderosas que te permitirán llegar al propósito que te planteas.
En esta tarde futbolera no puedo dejar de rememorar a aquellos viejos amigos; Sergio Salgado, Pedro Acevedo, Juan Carlos Rivera, el “guerrillero” Manuel Rodríguez y tantos otros. Mucha gratitud por tan hermosa experiencia en una época en la cual yo me iniciaba en las mágicas artes de cambiar la mente con la naciente disciplina llamada Programación Neurolingüística.
Feliz semana y les recuerdo, Jueves 30, Viernes 31 de julio y Sábado 1º de Agosto, nuestro MASTERY INVIERNO 2015. Toda la información en www.personasextraordinarias.com