Oscar Cáceres
RESET - Mentoría para el éxito

El poder de la energía de un equipo cuando hay una dirección clara

Los equipos directivos se pueden comparar con un arco tensionado apuntando hacia un objetivo.
La tensión corresponde a la energía entregada por cada miembro del equipo para el logro de objetivos y la dirección tiene que ver con la claridad con que el equipo construye sus objetivos y desencadena tareas para el logro de estos.
La tensión del arco es el equivalente a la tensión emocional que se traduce en mayor o menor conectividad finalmente y la dirección tiene que ver con la precisión con la que el líder y su equipo han definido sus visiones.
Cuando el equipo tiene claridad precisa respecto de lo que debe lograr pero falta la energía y la entrega emocional de los miembros, la tensión emocional disminuye y aunque los objetivos estén perfectamente delineados, la flecha no tendrá la fuerza suficiente para alcanzar los propósitos.
Cuando existe mucha energía y entrega emocional de los miembros pero la dirección no tiene precisión, la fuerza del disparo será la adecuada pero el equipo llegará a cualquier parte menos al lugar que la organización necesita.
Tenemos entonces una matriz que define los cuatros tipos de equipos en función de estas variables:
equipoTension

Los equipos sin alma, son aquellos que tienen claro su norte pero, no tienen la energía ni la motivación para tomar acción. Las conversaciones de coordinación son ineficaces y la moral del equipo es baja. No hay resultados a pesar de tener planes perfectamente diseñados. El engagement es bajo y el rendimiento es de bajo estándar.

Los equipos de bajo rendimiento, no son equipo. Carecen de planes conocidos por todos, hay ausencia de liderazgo y la moral del equipo es muy baja. Este tipo de equipos languidece y pueden eventualmente morir en sus rutinas improductivas.

Los equipos peligrosos tienen mucha energía pero, carecen de planes nítidos y de visiones claras. Pueden generar resultados peligrosamente insospechados y perder foco rápidamente. Hay dispersión y caos.

Los equipos de alto rendimiento tienen alta conectividad y energía, un sólido liderazgo y sus visiones y planes estratégicos son nítidos y conocidos por todos. Las tareas que se realizan “pegan” a los planes dibujados y hay entusiasmo y motivación-

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