Las compañías o los equipos de trabajo que han declarado ser de alto estándar o world class, deben estar conformados necesariamente por personas world class, pues las organizaciones y los equipos son finalmente personas.
Declarar que somos de alto estándar y tener gente con rendimiento mediocre en tu equipo es una incongruencia gigante pero, ¿cómo reconocer si mi gente, incluido yo, tenemos rendimientos mediocres o de alto estándar?
Para poder entender esta diferencia dividiremos a las personas básicamente en dos tipos, los cuales son los extremos de una escala que te revelará el nivel de Excelencia de un Equipo:
– Los empleados E, aquellos de alto estándar, empleados Extraordinarios.
– Los empleados M, aquellos de rendimiento deficiente, empleados Mediocres.
Los empleados M (mediocres), son aquellos de bajo rendimiento. Son personas que si bien llegan puntualmente a su trabajo y se van a la hora que corresponde, trabajan REALMENTE la mitad o incluso menos del tiempo que permanecen en el trabajo. Gran parte de su tiempo lo dedican al “fake work”, aquel trabajo que a pesar de estar la mayor parte de las veces bien hecho, no impacta a los objetivos del equipo, es decir, no sirve para nada, es el denominado trabajo falso. Son personas que tienen permanente el foco puesto en si su retribución monetaria es justa o no. Sienten que su trabajo es un deber impuesto por las circunstancias y su objetivo es pasarlo lo menos mal posible. Son personas que acuden a las reuniones y a pesar de dar la sensación de estar conectados, están simplemente divagando o se esmeran por hacer “preguntas inteligentes” para poder impresionar a sus superiores aunque esas preguntas saquen de foco al equipo. Gran parte de su tiempo lo dedican a revisar sus correos en sus dispositivos o sencillamente navegar por la red sin sentido alguno. Se les ve tristes y su queja permanente es que «aquí falta liderazgo». Detestan ser evaluados y por lo general guardan resentimiento con la compañía que los acoge pues siempre están comparando su empresa con alguna otra en donde «si hay un buen clima». En algunos casos evitan ser capacitados o entrenados y se niegan a dar un minuto extra al trabajo cuando la situación lo amerita. Exigen que se les pague los días de descanso dedicados a capacitarse. Normalmente son tóxicos y van con la masa.
Los empleados E (Extraordinarios) son aquellos de alto estándar. Personas que cumplen sus horarios y si es necesario, se quedan cuando la situación lo amerita. Gran parte de su trabajo es REAL y no falso, es decir lo que hacen “pega” a los objetivos del equipo y no se desenfocan en tareas poco relevantes. Son personas dispuestas a servir sin evaluar si hay beneficio económico detrás. Su foco mental está puesto en como pueden aportar y no en si su retribución económica es justa o no. Son generosos y ansiosos por estar permanentemente aprendiendo. Son curiosos y se preocupan de su desarrollo personal, leen y estudian por su cuenta. Sienten de verdad que “siempre se puede hacer mejor” y se esmeran por ser creativos e innovadores. Asisten de manera entusiasta a las reuniones y sus aportes están dentro del foco de la reunión. Son amables y “buena onda”. Escuchan y aprenden y su entusiasmo es contagioso. Siempre se les verá en una actitud del “siempre se puede” y sienten gratitud por la compañía que los acoge. Saben que sus resultados son producto de lo que hacen y asumen su responsabilidad. Reportan objetivos y no tareas, no se excusan y se hacen cargo. Les encanta ser evaluados y pedir feed back. Normalmente, asumen liderazgo espontáneo el que los hace escalar naturalmente cuando el talento es percibido por la organización. Marcan tendencia. Son Personas Extraordinarias.
Atrévete a efectuar un scanner a tu equipo o tu organización y consulta por nuestra metodologías para medir y determinar si tienes un Equipo Mediocre o un Equipo de Excelencia. Descubre tu porcentaje de Excelencia y recuerda que TUS RESULTADOS SON COHERENTES CON LA MEDIOCRIDAD O EXCELENCIA QUE MUESTRE TU EQUIPO.
¡Feliz semana!