Se inicia el año laboral. Los aires de vacaciones se guardan en nuestros recuerdos y la adrenalina propia de este retomar actividades nos invade poniendo por delante en nuestras mentes, la senda que trazará el presente año.
Es el momento preciso para hacer un chequeo de nuestros propósitos y contrastarlos con la infinidad de tareas que sentimos que debemos realizar. En este instante es que debemos realizarnos las siguientes preguntas:
¿Tengo claro cuales son los logros que deseo obtener al final de este período, tanto en el ámbito laboral como personal?
¿Tengo claridad respecto a mis objetivos a lograr, o solamente tengo ideas vagas que pueden peligrosamente desembocar en resultados inesperados?
¿Las tareas que siento que tengo que hacer cotidianamente, apuntan a los objetivos que me he planteado?
Para poder lograr efectividad personal en los resultados que queremos lograr sugiero tener en cuenta los siguientes puntos:
Chequea que tus objetivos estén claramente definidos. Para ello pregúntate ¿Cómo sabré cuando haya logrado el objetivo? ¿Mi objetivo tiene fecha o es solamente una declaración de intenciones sin fecha definida?
Observa si al plantear tu objetivo están presentes verbos en condicional o expresiones paralizantes como “tratar”, “intentar”, etc. Tu objetivo debe ser estar planteado de la manera mas asertiva posible.
Finalmente chequea si lo que estas haciendo y consume tu tiempo hoy, te lleva a lograr tus objetivos.
Si lo que estas haciendo no funciona, haz algo distinto que apunte al logro de tus propósitos.
El Éxito personal es ser capaz de definir con certeza lo que queremos y … lograrlo.