El agobio es un estado emocional que los seres humanos experimentamos, cuando enfocamos nuestra mente en dos cosas simultáneamente. Por una parte pensamos en algo que deseamos que ocurra y por otra parte y al mismo tiempo, pensamos en nuestras dificultades para hacer que ocurra.
Este dañino estado emocional se presenta por una parte, por nuestra impotencia frente a situaciones que se nos aparecen de difícil solución y por otra, por el bloqueo mental que nos paraliza para acortar esta brecha generadora de este estado.
Nuestras recomendaciones se centran en los siguientes puntos:
– Ser capaz de mirar la situación agobiante desde fuera en algo que los Programadores Neurolingüísticos denominan “disociación”. esto implica ser capaz literalmente de visualizarte en la situación agobiante desde fuera. De esta forma te descomprimirás emocionalmente y podrás comenzar a ver posibilidades que antes no veías.
– Revisar tus creencias respecto de lo que te paraliza para tomar acción y reducir la brecha frente a lo que deseas lograr. Por lo general los obstáculos a nuestros desafíos están en nuestra mente amplificados y no corresponden a lo que realmente ocurre.
– Finalmente, poner foco en lo que quieres lograr y dejar de pensar en aquello que no quieres lograr. Tu cerebro es un ordenador que reciben instrucciones y por lo general los mensajes en negativo se los toma muy en serio.
Para terminar, una cita que mantengo siempre en mi mente cuando soy presa de mis pensamientos preocupantes y mis estados de stress: “la mayor parte de las preocupaciones que experimento en mi vida, han sido por cosas que nunca ocurrieron”. Nuestra mente nos juega malas pasadas y un poco de control sobres estados nos mejorará nuestra calidad de vida.
¡Feliz semana!