“Al principio, las palabras y la magia eran una sola cosa y lo mismo.” Sigmund Freud
Las palabras son representaciones de nuestras creencias, las que a través de un diálogo interno con nosotros mismos van creando nuestra realidad. Estamos generalmente pensando, y todos podemos reconocer que cuando lo hacemos surge una especie de voz en off que nos acompaña en cada segundo.
Por otra parte, si realmente fuéramos conscientes de este diálogo, podríamos darnos cuenta de que abundan más los pensamientos negativos que los positivos. “¡Qué lata el taco!” “Hace mucho frío, me da flojera levantarme.” “Qué terrible lo que está pasando en el mundo.” “¡Está todo el mundo enfermándose de cáncer!” Estas son algunas, entre tantas declaraciones, que surgen de nuestra mente.
Este es un mal hábito arraigado en lo más profundo de nuestra psique. Pocas personas se levantan con pensamientos positivos y son menos aún quienes los mantienen durante el día. Es por eso que te invitamos a regalarte a ti mismo pensamientos positivos y a cambiar algunas de tus creencias. Se trata de poner el foco en las cosas buenas de la vida, como dicen, ver el vaso medio lleno, en vez de medio vacío.
Las palabras ilustran nuestras creencias, si cambiamos nuestra interpretación de la realidad, podremos modificar nuestras vivencias. A continuación algunos ejemplos:
– Cambia el “estar aburrido y enojado por el taco” por “tengo un espacio para pensar cosas positivas”.
– En vez de pensar en el Trabajo como algo aburrido, vívelo como “un espacio para usar mis talentos”.
– En vez de ver el Fracaso como algo negativo, acéptalo como un “error del cual tienes algo que aprender”.
– Cambia el “estar cansado” por “necesito recargas mis pilas”.
– Cambia el “estoy estresado” por “me esperan una maravillosas vacaciones”.
¡Suerte!
